[El tecno pasa (mosca cerrada)]



PERSONAJES

Gusano García
Pedo en Balde de Otro
Apoyada en Triste Culo
Quienesforniaca Naplauden
Formado Enclenquemente O No
Gordo de Cerca
Antonín Tarragó Merlo
Lo Esperaba Para Ayer




Sus ideas eran pretextos para desfundamentar su cuerpo. Y había un pájaro sobre el cable. Subitez de todos los santiamenes y de todos los santos días montado a su cobayo, y entorpeciendo el talar y talando el entorpecimiento Apoyada en Triste Culo, simple repartidor de cartas asaz azar y asaz y harto complejo y harto y con complejos frecuentaba la vecindad de Gusano García, Turro Cultural pero Pendejo. Y otra frase más. Seguir. A quién le puede importar, che bando – improvisaba el anacronista y cronista anal de sus destiempos – que A esté o no siendo A. ¿A quién? No seás culiao retrucaba re trucaba o retr ucaba, Gusano G. en el papel de Pérez Pícaro. Sus ideas eran pretextos – anotaba el Editor – para fraguar las evidencias de su visibilidad. Era el perro boludo de su…cu-er-p-o. Pero el rock arrasó con todos estos muchachos de entonces.




El tecno pasa y nos vamos volviendo tiempo era su lema. Zulema el Jaidegueriano le decían los manutenientes de la erudición del barrio. Gusano García en foro interno se inquiría sin querer - queriendo -, al contrario, si se podría terminar la vida como un Místico-Tecno. “Quisiera terminar la vida como un punk. El tecno pasa y nos vamos volviendo tiempo pensaba yo cuando me decían ahí-va-el-jaidegueriano-, mirá. Antaño la vida se había terminado queriendo terminarla, y de tanto quererlo, sin-querer-queriendo, como un Místico-Tecno. En cambio hoy quisiera terminar la vida terminando. Una determinación, claro está.”

Gordoforrocentrista era y pensó que la oportunidad – cairós del bar El Cairo – era izar una tecnomística. Del solipsismo al peronismo y…¡Vice Versa!

Mosca cerrada en la que no entraban bocas como mujer de otro que revoloteaba pispireta pero sabiendo de su vidrio. Se hacía la mosquita muerta pero no comía vidrio y ni se mosqueaba ante la existencia del vidrio. Yo soplaba y hacía botellas con la boca de no entrarla; botellas que arrojaba al mar de los mensajes, en desagravio. Mientras, me ahogaba con mis mensajes sin botella, escritos al pedo en tinta indolible, y sin querer doliendo.


Mosca cerrada.


Mosca cerrada.


[en Teatro del Abuso – una pieza en 2005]